Así se pueden Desarrollar competencias sociales

Nuestro comportamiento está determinado principalmente por el ambiente donde nos desarrollamos y desenvolvemos. Lo que se demuestra en la manera cómo reaccionamos.

En el caso de las competencias sociales existen dos variables importantes que afectan en gran medida e incluso condicionan la manera en cómo desarrollamos nuestra forma de relacionarnos en un contexto social:

• La conducta propia de nosotros mismos, definida por nuestra forma de hacer y pensar.
• La conducta de los demás, cómo reaccionan a lo que hacemos y cómo están condicionados ellos a su vez.

Ok, entiendo el contexto, pero ¿Cómo me desenvuelvo a partir de ello?

Te dejo aquí 3 maneras de aprender, de acuerdo a lo que se habla en la disciplina misma:

• A través de las consecuencias del comportamiento: los comportamientos se aprenden en función de las consecuencias que tienen. Elige los comportamientos que quieres poseer y nútrelos para que se vuelvan hábitos. Este tipo de aprendizaje sigue unas leyes, siendo las más importantes:
  • Toda conducta recompensada, tenderemos a repetirla: Las recompensas pueden ser materiales, emocionales, incluso espirituales. Usa esto a tu favor, y busca actualmente aquellas cosas que las estás utilizando hoy en día como recompensa para tus malos hábitos.
  • Una conducta que no obtiene ninguna recompensa, tenderá a desaparecer. Existe un ciclo en la creación de un hábito, donde la recompensa o estimulo final de gratificación, impulsa a buscar iniciar el ciclo nuevamente. ¡No te saltes los pasos! Revisa un poco de los estudios del autor del libro “Atomic Habits”.
  • En determinadas condiciones, las conductas que van seguidas de consecuencias adversas para la persona tienden a desaparecer: Reitero, la clave es comprender el ciclo de la generación de hábitos. Si inviertes los pasos, puedes generar el efecto contrario (Eliminar un hábito indeseado, por ejemplo)
• Observación: Muchos comportamientos se aprenden por imitación. Principalmente se define por la exposición a hechos o comportamientos que nos permiten aprender. Básicamente, estamos constantemente buscando “casos de éxito” alrededor. Cuando los encontramos, emulamos la conducta, esperando nos lleve al mismo retorno o beneficio.

• Por asociación de situaciones o estímulos: cuando vivimos una situación desagradable, el simple hecho de exponernos a otras situaciones parecidas, pueden recrear las sensaciones que vivimos anteriormente, como suele suceder con los traumas. Obviamente, esto también aplica a emociones positivas.

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Ok, pero ¿Cómo comienzo a ponerlo en práctica?

Formar una habilidad blanda, no requiere de complejidad, pero sí de mucha perseverancia y consistencia. Para que una o varias acciones ocurran sin pensarlo ni forzarlo, la práctica y la rutina serán tus aliados. Toma uno de los 3 puntos de arriba, y define una acción mínima con el que estés aportando una semilla. Repítelo 21 días y habrás conseguido una buena base para pulir esa habilidad.

¿Qué tipo de habilidad blanda te gustaría obtener?

Nos vemos en una siguiente entrega.

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