Comunicándonos con las Manos

Ya hemos conversado anteriormente sobre el lenguaje no verbal y su función al momento de dar una charla o discurso. Muchas personas utilizan las manos para poder enfatizar lo que quiere decir.

Lo importante es saber cuánto tenemos que usar las manos, que no se vea forzado o excesivo. Existen casos en que grandes líderes utilizan gestos de las manos como el puño cerrado o mostrar las manos a su público… Demostrar fuerza y mostrar sinceridad en ambos casos.

Un buen ejemplo es cuando hacemos “comillas aéreas” para mostrar que estamos siendo sarcásticos.

También los gestos con las manos pueden servir para ilustrar emociones, a continuación, algunos ejemplos:

  • La mano sobre el pecho en el lugar donde está el corazón: sinceridad.
  • Juntar la punta de los dedos de ambas manos: confianza en uno mismo o mostrar meditativo.
  • Manos apretadas, conocido como el “tocarse a sí mismo” revela nerviosismo, pasa cuando nos sentimos inseguros.
  • Tocarse la barbilla: actitud pensativa, de toma de decisiones.

Existen ciertas reacciones que denotan también cuando estamos nerviosos o inseguros:

  • Mover rápidamente los pies denota ansiedad.
  • Apretar con fuerza las piernas entre sí, demuestra rabia o una gran molestia.
  • Cambios muy frecuentes en la posición de las piernas, demuestra que queremos alejarnos de la situación.
  • Cuando nuestro cuerpo apunta hacia nuestro público, pero nuestros pies apuntan hacia otra dirección, también estamos demostrando que queremos alejarnos de esa situación.

Lo ideal será siempre que tratemos de mantener nuestras piernas relajadas durante cualquier presentación. Si sentimos que no podremos controlar nuestras piernas podemos intentar reunirnos en un lugar donde sepamos que estaremos sentados para estar más tranquilos.

El aprender a controlar nuestras reacciones nos da una ventaja, cuando nos sentimos en desventaja.

Muchas veces ayuda el practicar nuestros discursos frente al espejo y dejarnos llevar por lo que sentimos en el momento, así sabremos qué tipo de gestos tenemos que no podemos controlar.

Por último y como consejo, no veamos el ser expresivo con las manos como algo completamente malo. El que movamos nuestras manos demuestra lo mucho que nos apasiona el tema que estamos tratando y ayuda a mantener la atención de nuestra audiencia mucho más que el estar sentados con un micrófono hablando por horas. Pensemos en que mucha gente hace cursos para aprender a mejorar su comportamiento en el escenario y captar la atención de su audiencia.

Nos vemos en una siguiente entrega.

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