No cometas este error al enviarle un Correo a tu Cliente

El SPAM existe en el radar de todo email marketing desde hace muchos años. Sin embargo, incluso en estos días, si revisas tu bandeja de SPAM, verás que muchas empresas se van directo a la lista negra, sin siquiera pasar por tu bandeja de entrada. Esto se debe a que las políticas anti correos no deseados son cada vez más estrictas, en una especie de carrera muy similar a la del virus y el antivirus.

En esta breve entrega, me gustaría darte un par de consejos para asegurar que tu correo no sea parte de ese listado de esos “desechados”.

Pero ¿Qué hice mal?

Desde la antigüedad del email, este canal ha sido herramienta de estafadores, quienes sin mayor esfuerzo, pueden causar mucho daño a quienes caen en las solicitudes de ellos: Abrir archivos maliciosos, entregar información privada, hacer depósitos fraudulentos, etc. Es por ello, que los motores de los correos han instaurado algunas barreras que ayudan a prevenir que estos correos lleguen a la bandeja de entrada del destinatario.

Ya, pero yo le mandé un correo legítimo a mi cliente

Existen algunas condiciones que se deben dar para que el motor del correo de tu cliente sospeche de tu e-mail. Por ejemplo, si tu cliente nunca te ha enviado un correo, o nunca te ha respondido algún saludo, estás en calidad de “extraño”. Dicho esto, en calidad de extraño, inmediatamente solicitas acciones concretas y externas a esa persona, es un poco “sospechoso” a ojos del motor. Otro ejemplo, tiene que ver con la combinación de palabras que ocupas y el contenido de tu correo, lo que hace que se catalogue en ciertas categorías, y que se sospeche de tus intenciones.

Al introducir un adjunto en un correo y obligando al receptor a descargar y abrir el archivo, prendes de inmediato una alerta, aun cuando tus intenciones sean honestas. Es por ello, que debes evitar incitar textualmente a nuestros clientes a abrir un adjunto ya que basta con esa combinación de palabras, para tentar al sensor de SPAM.

Entonces, ¿Cómo lograr que nuestro cliente reciba toda la información que queremos enviarle?

Si es la primera vez que le envías un corre, sería mejor que ocupes un “enlace de descargar” (Link), desde un conocido y seguro servidor, como sería Google Drive o Dropbox, ya que el motor de búsqueda conoce estos dominios, y por ende puede confiar más en que tu contenido ha pasado previamente la prueba de la blancura.

¿Tan simple como eso?

Lo importante de este consejo, va más allá de seguir este simple paso al pie de la letra, sino comprender cómo “piensan” los motores de los correos, qué es lo que buscan proteger de su cliente. Procura que tus correos (sobre todo los iniciales) demuestren estas 2 características:

  • Generen seguridad en el cliente al abrir el archivo.
  • No saturen la bandeja de entrada del nuestro cliente con muchos archivos adjuntos.

A lo anterior, agrega como ventaja, que el poner links en vez de archivos, te permite crear métricas para analizar, por ejemplo, la tasa de apertura de los links, y mejorar así tus conversiones.

Si realizamos este cambio, no solo generaremos confianza, sino que también mejoraremos la cantidad de aperturas de nuestros correos y también el alcance de los mismos.

¡Siembra hoy, y cosecha mañana! Nos vemos en una próxima entrega.

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