Guía para evitar que tus Correos pasen al olvido

Antes de enviar ese correo, ¿Lo revisaste?… Suena lógico. Revisamos la ortografía, las puntuaciones y también que el escrito tenga sentido, pero, ¿revisamos también si el texto genera interés?

Tus clientes al igual que tú, escanean los correos que les llegan y en pocos segundos deciden su querrán leerlo o no. Debes entonces aprender a escanear tus propios correos para saber si son atractivos.

¿El mensaje es importante y fácil de leer para tu cliente?

Las personas valoran cada vez más su tiempo. Saben que cada minuto que empleen en leer tu correo es un minuto menos de realizar una tarea que les gusta o que les genera recursos (aunque sea hacer “scrolling” en las redes sociales, jejeje). Si bien tu correo puede ser perfecto en la “forma”, si el fondo no es importante para el cliente, probablemente no tendrás buena respuesta.

Crea correos electrónicos dignos ser marcados como “Importantes” y no como “Spam”.

Estos son los consejos que te ayudarán a lograr ese objetivo:

  1. Correos cortos y breves… CORTOS Y BREVES: Respeta una meta de correos electrónicos de ventas de 150 palabras o menos. No hay nada más desalentador que recibir un correo que es solo texto y que se extiende hasta más abajo del límite de la pantalla, imagina ahora que quisieras leerlo desde el celular, así es como se siente tu cliente. Mucha gente antes de leer algo, primero mide el largo de arriba abajo (Tú lo hiciste con este artículo también. Admítelo)
  2. Párrafos a tres oraciones o menos: Los párrafos largos no pasan el “escaneo” de nuestros clientes y les recuerda que estás intentando venderles algo y que probablemente tengan hambre y quieran ir a la cocina… ¿En qué estábamos?
  3. Si no puedes evitar escribir un párrafo grande, haz que sea más fácil para “escanear” por el lector escanear. Resume el párrafo con un título en negrita y estructura los puntos principales como una lista numerada o con viñetas.
  4. Ojo con los Call to Actions: Esconde tus botones de venta dentro de un párrafo. Hazlo menos obvio.
  5. Termina tus correos electrónicos abriendo al diálogo, no con un cierre: Basta del “mejores deseos” o el “saludos cordiales”. En su lugar, utiliza una despedida que abra un diálogo, como un “¿Qué te parece?” o algo así.

¿Haz cometido alguno de esos pecados? Coméntame tu experiencia (¿Ves?, ese es el punto 5 en acción)

Nos vemos en una próxima entrega.

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