Usar la Reacción de nuestro público a nuestro favor.

El objetivo de toda charla es el público, puede estar compuesto de 1 hasta miles de personas y cada una de ellas es importante, ya que hay una razón de que estén ahí. Por lo mismo es importante que a lo largo de la intervención el orador debe poner atención en su público y cómo reacciona al mensaje que está entregando.

Es peor que el público se muestre aburrido a que el público muestre rechazo a nuestras ideas.

Si intentamos comunicar, debemos causar una reacción en nuestro público, una reacción implica atención de parte del mismo y demuestra que nuestras ideas están llegando a buen puerto. Por lo mismo la idea de que tenemos que mantener a nuestro público “Enganchado”.

Por lo mismo el primer paso al iniciar cualquier presentación es captar la atención, esto debe ser desde el principio y para esto podemos utilizar distintas técnicas que nos ayudarán en este proceso. Comenzar con una anécdota o una frase célebre puede ayudar a que el público se sorprenda y su atención aumente.

Cuando se trata de dar un discurso menos es más.

Estudios demuestran que la atención de una persona dura entre 15 y 25 minutos aproximadamente, de ahí que existan técnicas de estudio como el método pomodoro. Por esto es que la extensión de nuestro discurso nos podrá jugar a favor o en contra al momento de mantener su atención.

No nos referimos a esto con que el discurso deba acortarse, más bien que debemos evitar extenderlo de manera innecesaria.

Nuestra siguiente preocupación es cómo enfrentarnos a la desaprobación de la audiencia. No siempre seremos profesionales enseñando, algunas veces tendremos que exponer frente a una audiencia que puede no estar de acuerdo con lo que estamos exponiendo.Esto es muy común y un buen orador debe estar preparado para ese escenario.

Hay que darle al público la oportunidad de que exponga sus planteamientos; escucharle con atención, comentando a continuación que se trata de un razonamiento respetable, aunque diferente al punto de vista que uno sostiene. Pero tampoco debemos aceptar las críticas sin ofrecer una respuesta, ya que debilitaría nuestra posición como orador.

Sirve tener en mente en estos casos que la opinión de un asistente no es la del grupo completo, por lo que no debemos sentirnos aludidos ni debilitados de manera personal cuando esto ocurra.

Como última recomendación, quede destacar que la forma en la cual nos retiramos de cuando finaliza la intervención el público suele aplaudir. El orador dará las gracias sinceramente, mirando al público, y se retirará discretamente.

Nada de esperar hasta que finalicen los aplausos, ni de volver al estrado a recibir una nueva ovación como si de un actor en una obra de teatro.

En OutStand, desarrollamos asesorías personalizadas para desarrollar al Líder de una empresa, conforme a las habilidades innatas de cada uno, y las necesidades reales del equipo que debe liderar. Te preparamos para tu camino como Emprendedor. Cada empresa es distinta, y nosotros sabemos cómo abordar la tuya. Revisa más aquí: https://outstand.cl/Soluciones/.

Una vez finalizada la intervención resulta interesante pedirle a alguien que haya asistido que dé su opinión sincera de cómo ha resultado (Puntos fuertes y puntos a mejorar).

Cada intervención es un ensayo general de la siguiente.

Nos vemos en una siguiente entrega.

Nota: Las imágenes y citas textuales utilizadas como referencia a este artículo pueden estar protegidas por derecho de autor. Son utilizadas en este artículo mediante “fair use”, y se encuentra dentro de las directrices oficiales http://www.coryright.gov/fls /fl102.html.

You may also like...