Sentirte conectado, parte de algo más Grande (Parte 2)

La dura realidad

Si bien en un principio, Barry logró que no sobreexplotaran a familias enteras de abeja, esto llevó a que todas las abejas ahora con su sobreproducción de miel, ya no tuvieran más trabajo que hacer. Sus fábricas cerraron, y se encontraron sin propósito, llevándolas a la depresión.

¿Cuántas veces ha ocurrido eso en nuestro mundo? Con tantas innovaciones y mejoras a la producción, dejando muchas personas sin su labor inicial, sin su motor, sin sentirse útiles porque ahora sólo deben supervisar que una máquina haga el trabajo por ella. Sin siquiera entrar en algo aún más complejo y desmotivador como las pérdidas de empleo.

Lamentablemente las malas noticias para la abejita todavía no terminaban… El alcance de una pequeña pero firme decisión, fue grande y dejó repercusión. Ahora sin abejas trabajando, las flores no estaban siendo polinizadas… Por tanto, comenzaron a marchitar. Ahora campos enormes sin flores y vegetación y todo un ecosistema alterado.

Sin entrar en tanta profundidad, planteemos cuán grande ha sido nuestra repercusión como humanidad sobre el planeta, ¿No? Incluso con los mejores emprendimientos y proyectos para mejorar nuestro ecosistema, muchas veces nos hemos visto alterándolo aún más. Hasta el día de hoy, aún nos queda mucho por aprender de nuestro planeta y su orden natural. Y como emprendedores, aún más si nuestros objetivos van por esa línea, tenemos una gran responsabilidad recayendo en nuestras ideas e innovaciones. Incluso en los menores detalles, decisiones y acciones que tomamos como seres humanos, habitando un amplio hogar como sociedad y en un sistema… Cada detalle, cuenta, en cómo finalmente se organiza el todo. Y pareciera que ni siquiera se pudiera visualizar, el todo. Pero al menos podemos comenzar por reconocer que somos un eslabón importante de esa gran conexión. Para considerar siempre, nuestro alrededor y quienes se encuentren en él.

El dulce aprendizaje

En cuanto a la película, el aprendizaje y la segunda oportunidad aparecieron rápidamente. Entendiendo, nuestra abejita, que era parte de algo más grande que no alcanzaba a ver en su todo, admitió su error. Y comenzó a enmendarlo. Reestableciendo un justo balance entre humanos y abejas, ahora trabajaban en conjunto para la producción de miel y así Barry finalmente consiguió la satisfacción de sentir que hacía algo más grande, al ser parte de algo más grande.

Bueno, ahora, recordando que esta sigue siendo una película de animación y ficción… Y que probablemente tenía otros fines en la propuesta de su fábula. Creo que nosotros igual podemos conectar con la historia y emprendimiento de Barry y notar cuánto se asemeja a nuestra realidad. Reconocernos parte de algo mayor, de un inmenso ecosistema allá afuera, literal y metafórico, tratando de cumplir nuestro papel, siendo nuestro mejor y considerando a nuestro alrededor. E incluso si nos equivocamos, confiar en que siempre habrá segundas oportunidades. Y que de hecho, al equivocarnos es que aprendemos aún más.

Buscando siempre ser fieles a nuestros ideales, nuestros sueños y trabajar sin rendirnos por ellos… Pero respetando el flujo natural de las cosas, podría ser algo bueno a recordar, y creo que lo haremos muy bien.

¿Qué dicen emprendedores? ¿Nos sumamos a Barry? Seamos esa abeja laboriosa pero descarriada, seamos la diferencia, ampliemos nuestros horizontes, y veamos siempre, siempre que nuestra participación en este amplio universo, sí cuenta.

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