Enseñanzas de Million Dollar Baby (Parte 1)

En la superficie, Golpes del Destino (Million Dollar Baby) es una película que utiliza el boxeo como contexto para basar su historia. Detrás de esta superficie, existe una historia compuesta de varios hilos que nos dejan más de una enseñanza que aprender. Todas ellas, lecciones de vida. Hoy veremos dos de estas lecciones:

Talento Innato

Usualmente se habla de talento cuando se trata de habilidades que son fáciles de desarrollar. Si bien varias personas tienen al menos alguna habilidad que se pueda desarrollar con rapidez por una variedad de razones, existe un talento que es más curioso que cualquier otro. El talento innato, el cual no es desarrollado, porque una persona nace con ella.

En el caso de Maggie, su talento innato era bastante fuera de lo común: Boxeo.

Esta es la gracia del talento innato, uno nunca sabrá desde el principio la fuente de su origen en términos del tipo de habilidad.

Pero una vez que se encuentra ese talento, lo que uno tiene que evitar hacer es dejar que se desperdicie. Million Dollar Baby demuestra esto bien en el momento que Maggie entra en escena. Desde que la vemos por primera vez ya sabemos que tiene conocimiento en boxeo.

Su instinto le dice que lo mejor que puede hacer es ejercitar ese talento. Entonces se dirige al gimnasio a practicar En cuestión de meses los resultados de su mejora son impresionantes.

Existe una regla importante acerca del talento innato: Jamás debes ignorarlo. Uno en la vida siente que finalmente logra tener exito en algo, solo para que el mundo exterior desmerezca tu interés. Si bien todo talento debe reconocerse, dejar el talento innato de lado puede llegar a ser desmoralizador en un corto plazo. Es como Maggie dijo: “Esta es la primera vez en mi vida que siento que soy buena en algo”

Arriesgarse

Una vida segura se juega a la segura, usualmente las personas siguen una determinada línea en su rutina diaria para poder jugar sin menores complicaciones. ¿Pero qué sucede cuando se te acerca la oportunidad de tu vida? Una de las opciones es arriesgarse.

Million Dollar Baby utiliza este concepto como foco central para su escenario. Mikey ha pasado gran parte de su vida jugando a la segura, desde el momento en el que tuvo una mala experiencia con su compañero Scrub. Por no poder tirar la toalla cuando pudo tener la oportunidad, dejó que las cosas se salieran de control. Cuando logró entrenar y manejar a su último boxeador, éste finalmente lo abandona por no darle la oportunidad de avanzar al siguiente paso. Un poco de contexto: Mikey hizo que su boxeador pudiera pelear contra varios oponentes de su nivel, sin embargo cuando se presentó el momento de desafiar al campeón por el título, Mikey siempre se echaba para atrás, con miedo de tomar ese riesgo. Y por dichas decisiones, sus boxeadores, como peces grandes, quedaban estancados en un estanque pequeño, sin oportunidad de florecer.

En la vida uno obviamente no se encuentra preparado para enfrentar los desafíos inmediatamente; entrenar y practicar es la clave para hacer de éstos desafíos un hábito. ¿Pero qué es lo que sucede cuando ya has conquistado tu zona de comfort? ¿Qué tan dispuesto estás para tomar un reto que te desafíe como ningún otro lo ha hecho antes?

Existe una frase muy común que se llama “Alto Riesgo, Alta Recompensa”. Cuando los desafíos se hacen aún más grandes, los beneficios se hacen mayores, pero para lograr esto hay que tomar dicho riesgo. De lo contrario, la incertidumbre de saber si pudiste haberlo logrado te perseguirá por un largo tiempo, pensado sin cesar qué hubiera pasado si las cosas hubiesen sido distintas. Tomar el riesgo sólo te garantizará una cosa: Al haberlo intentado sabrás qué necesitas mejorar, y la próxima vez de seguro que tu entrenamiento rendirá aún más frutos que la vez anterior.

La clave del éxito está en desafiarse cada día.

Con esto terminamos por hoy. La próxima entrega nos enfocaremos en una lección (La última de esta serie de artículos.). Tomará un poco de tiempo, pero valdrá la pena.

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